Tu exfoliante podría estar dañando tu piel

La exfoliación es una de las maneras más fáciles de realzar la luminosidad, minimizar las imperfecciones y mantener una tez hermosa. Sin embargo, muy pocos la priorizan en su rutina de cuidado de la piel. ¿Por qué es tan importante? Es fundamental porque hace todo lo que tu limpiador facial diario no puede hacer: eliminar las células muertas , la suciedad y los residuos de maquillaje, a la vez que limpia profundamente los poros. La exfoliación también permite que otros productos para el cuidado de la piel, como sérums o hidratantes, penetren más profundamente en la piel y, al hacerlo, actúen con mayor eficacia.
Hay dos tipos de exfoliación: física y química. Ambas suelen tener el mismo efecto, pero de forma diferente. Veamos qué hace cada una y aclaremos el debate entre exfoliantes químicos y exfoliantes para el cuidado de la piel.
EXFOLIANTE FACIAL ORDINARY (EXFOLIANTE FÍSICO)
La exfoliación física utiliza pequeños granos o un cepillo para eliminar las células muertas y dejar la piel suave. En este caso, nos centraremos en los exfoliantes faciales en lugar de la exfoliación con cepillo.
Los exfoliantes funcionan. Cumplen su función: eliminar la suciedad, las células cutáneas y la grasa. Pero deben manipularse con cuidado para evitar irritar la piel.
Aunque no lo creas, los exfoliantes faciales pueden ser mucho más agresivos para la piel que los exfoliantes químicos. Esto se debe a que muchos contienen exfoliantes grandes, como huesos de frutas y cáscaras de frutos secos, que pueden causar microdesgarros en la piel.
Los microdesgarros se producen por agentes afilados o dentados que causan pequeños desgarros en la piel. Esta es una de las razones por las que a muchos dermatólogos no les gustan los exfoliantes físicos.
“Si se observa al microscopio, parece como si se hubiera lijado madera”, afirma el dermatólogo Dr. Dennis Gross . “Se observan desgarros ásperos y marcados en la epidermis que muestran la irregularidad de la exfoliación física”.
Si optas por una exfoliación física, elige un exfoliante con gránulos más pequeños, como azúcar o sal. Son lo suficientemente potentes como para hacer el trabajo, pero sin la irritación ni los efectos secundarios.
EXFOLIACIÓN QUÍMICA
Mientras que los exfoliantes contienen pequeñas partículas, los exfoliantes químicos utilizan ácidos o enzimas para desprender las células muertas y los residuos de la piel. ¿Te suena el término "peeling"? Pues bien, es básicamente otra forma de llamar a la exfoliación química. No solo es excelente para suavizar y alisar la piel, sino también para dar luminosidad.
Los exfoliantes químicos, como los alfa- y beta-hidroxiácidos, son los que conviene buscar. Disuelven la capa superior de piel muerta para revelar una piel radiante y rejuvenecida.
“También pueden tratar problemas como la hiperpigmentación, el acné, el tono desigual de la piel y disminuir la apariencia de los poros, las líneas finas y las arrugas”, explica el esteticista Sean Lundy, radicado en Nueva York.
Los AHA se derivan de sustancias naturales y son excelentes para exfoliar la piel seca. Además, son solubles en agua, lo que significa que no pueden penetrar tan profundamente en los poros. Los BHA, en cambio, son moléculas solubles en aceite, lo que significa que penetran más profundamente en la piel. Los BHA también poseen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias para una exfoliación más eficaz.
Otros ingredientes a tener en cuenta incluyen enzimas de frutas como la papaína y la bromelina, que son excelentes para los tipos de piel sensibles.
EXFOLIANTE QUÍMICO VS. EXFOLIANTE
Ahora viene la gran pregunta: ¿qué es mejor, los exfoliantes químicos o los exfoliantes físicos?
Ya sea que uses productos físicos, químicos o ambos, recuerda siempre que es posible excederse con la exfoliación. Si bien la exfoliación es excelente para mantener la piel sana y radiante, también es muy posible excederse y dañar la barrera protectora de la piel. Cuando esto sucede, la piel es más vulnerable a la sequedad, el daño solar y, en algunos casos, a infecciones.
Por eso, es mejor empezar poco a poco. Además, la exfoliación solo necesita hacerse una o dos veces por semana. No es necesario convertirla en un hábito diario.
Distintos dermatólogos tienen opiniones diferentes, pero muchos coinciden: una combinación de ambos tratamientos funciona mejor. De hecho, ambos enfoques se complementan cuando se utilizan correctamente, optimizando la renovación celular de la piel para suavizar, nutrir, hidratar y rejuvenecer el cutis.
Si tienes la piel muy sensible, te conviene usar solo exfoliantes químicos, ya que suelen ser un poco menos agresivos. Si tienes la piel normal, grasa o seca, intenta incorporar ambos métodos a tu rutina de cuidado facial para obtener mejores resultados. ¡Pero no más de dos veces por semana!
EXFOLIANTE FACIAL RECOMENDADO
Exfoliante facial de matcha
El azúcar es un humectante natural con AHA (ácido glicólico) que ayuda a la piel a retener la humedad y a aclarar la piel. Por suerte, ¡el exfoliante Matcha de Truly lo tiene todo!
Este delicado exfoliante facial vegano con matcha está repleto de vitaminas, nutrientes y antioxidantes para darle a tu piel un brillo juvenil. Elaborado con azúcar natural y gránulos de sal del Mar Muerto, esta fórmula proporciona una exfoliación suave sin causar microdesgarros en la piel.
También es completamente ideal para aquellas personas con piel sensible gracias a su contenido de té verde matcha que ayuda a calmar la inflamación, reducir el enrojecimiento e iluminar la tez.
Aplique una cantidad generosa sobre la piel limpia. Masajee con movimientos circulares y enjuague con agua tibia. Seque la piel y aplique una crema hidratante nutritiva.
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